Se lleva a cabo la ejecución de Edgar Tamayo pese a la presión diplomática

Este miercoles a las 9:32 p.m. en las afueras de la cárcel de Huntsville un silencio invadió al público congregado.

Quince minutos antes, el mexicano Edgar Tamayo Arias recibía  la inyección letal a pesar de la presión diplomática y de las súplicasdel Gobierno mexicano y del Departamento de Estado.

Pero más que un final en esta historia, la ejecución de Edgar Tamayo reabre una nueva fase en el tema de las ejecuciones de la pena capital para las personas involucradas en el caso “Avena”, las cuales no recibieron asistencia consular al momento de ser juzgados.

Actualmente son 267 las personas esperando la pena de muerte en Texas, entre ellos 78 hispanos y la siguiente ejecución programada para el 9 de abril es para Ramiro Hernández, un latino quien enfrentará la justicia del estado sureño.

Tamayo tenía 46 años y desde los 26 había ingresado al sistema carcelario de Texas, tras la muerte del policía Guy Gaddis ocurrida la noche del 31 de enero de 1994.

Margarita Tamayo, tía del ejecutado decía “Edgar es inocente, inocente, inocente”, a las afueras de la prisión de Huntsville, mientras esperaban el fallo de la Corte Suprema que a último minuto aceptó revisar el caso, pero se negó a suspender la ejecución. Ninguno de sus familiares estuvo con él en el momento de su ejecución.

Durante la mañana de ayer Tamayo se había reunido por última vez con su familia, entre ellos sus padres y dos hijas. Cada paso de sus últimas horas de vida fue grabado, desde sus cortes de cabello hasta sus duchas.