Tras propagarse durante diez días y haber puesto en jaque a varias decenas de secuoyas gigantes, el incendio del Parque Nacional de Yosemite, en California, está prácticamente controlado tras dejar 1,900 hectáreas arrasadas.
Los servicios de información de uno de los parques naturales más famosos del mundo indicaron hoy que una vez controlado el incendio en un 96 por ciento, la fuerza de más de 1,000 bomberos que durante la semana pasada lucharon contra las llamas ha sido reducida a la mitad.
Asimismo, las principales carreteras y todos los accesos al parque nacional vuelven a estar abiertos y se han levantado las órdenes de desalojo de todos los municipios cercanos.
Sin embargo, tres zonas de acampada siguen cerradas al público, en una de las cuales los bomberos establecieron su base de operaciones, y no se espera que el fuego pueda darse por extinguido completamente hasta el próximo viernes.
El incendio se originó por causas todavía desconocidas el sábado 26 de julio en la zona de Old El Portal, en el flanco oeste del parque, ha afectado mayoritariamente a zonas de bosque y matorrales extremadamente secas y alcanzó a núcleos de población como El Portal y Foresta, que tuvieron que ser desalojados, así como a varias zonas de acampada.
El coste provisional que las autoridades achacan a los daños causados por el incendio de Yosemite es de más de nueve millones de dólares.
La intensa sequía que vive el estado de California (donde se encuentra el Parque Nacional de Yosemite), unida a las insólitas altas temperaturas, es la responsable de un año especialmente malo en cuanto a incendios forestales en la región y en todo el Oeste de Estados Unidos.
Según el Departamento de Protección Forestal de California, desde principios de año y hasta el 19 de julio se habían producido 3,400 incendios de vegetación que habían quemado 20,600 hectáreas, muy por encima de los 2,500 incendios y 12,100 hectáreas quemadas de un año habitual.
Todo ello llevó al Gobernador de California, Jerry Brown, a declarar el pasado sábado el estado de emergencia para "combinar todas las fuerzas" contra una plaga de incendios que, por las circunstancias y la magnitud, escapa al control de cualquier ente local.
El mayor de la docena de fuegos activos actualmente en California es el incendio de French, en Sierra Nevada, que ha arrasado 5,200 hectáreas desde que fue declarado el pasado 27 de julio, cuando alguien todavía sin identificar encendió un pequeño fuego cerca de la carretera de Rock Creek, en el condado de Madera.
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