miércoles, 20 de agosto de 2014

Los Tigres del Norte siguen con los pies en la tierra

Cuando los Tigres del Norte salieron de su pueblo natal en Sinaloa, México, las calles no tenían veredas. Hoy, el ranchito de Rosa Morada, en Mocorito, sigue sin aceras mientras que sus hijos más célebres encuentran a manos llenas el éxito que salieron a buscar al otro lado de la frontera.

"Creo que cuando uno sabe bien de dónde viene y cuál es tu educación y cuáles son los puntos finales a los que quieres llegar, que siempre es la familia, sabes que si tienes un logro es por todos, es para todos, creo que es cuando no pierdes los pies, tienes los pies sobre la tierra", dijo Hernán Hernández, uno de los integrantes del grupo.

Los Tigres del Norte develarán su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood el jueves, 
convirtiéndose en la primera agrupación o artista de música regional mexicana en recibir este honor.
La historia de la banda integrada por cuatro hermanos y un primo es una historia de inmigración que comienza en 1968, cuando algunos de los hermanos Hernández salieron de su pueblito. Al llegar a la frontera de California, un agente de inmigración los vio tan niños que les llamó "Little Tigers" (tigritos). El mayor era Jorge Hernández, quien tenía unos 14 años y se convertiría en el líder y vocalista principal de la banda.

Años después, los hermanos recordarían a los "tigres" que iban al norte y así nacería una de las agrupaciones más innovadoras en su género, una que ha trascendido fronteras con sus temas sobre inmigrantes y ha triunfado no sólo en Estados Unidos y México, sino en Colombia y otros países de Latinoamérica.

"Es una distancia, ahora sí, una distancia muy distante de lo que tú sueñas y de lo que tú quieres y yo creo que esas son las cosas más hermosas que le puede suceder a un ser humano", dijo Jorge Hernández al reflexionar sobre su trayectoria de 36 años.

Pese al éxito abrumador con temas como "La jaula de oro", "Contrabando y traición" y "Pacas de a kilo", Los Tigres dicen que no han olvidado sus raíces ni su ranchito, donde su hermana vive en la misma casa donde crecieron.

"La primera vez que ganamos un Grammy decíamos, después de que fuimos a cenar, 'Qué bonito, ¿no?, que podemos estar en Nueva York celebrando en un restaurante pero que podemos ir allá con nuestra gente, allá a nuestro pueblito y podemos estar con ellos en una carne asada'. Pensar que puedes ir volando en un avión pero vas al rancho y te puedes subir a un burro para ir a otro pueblo", dijo Hernán Hernández.

"Creo que esas dos comparaciones y hacerlas con el mismo cariño y el mismo gusto es parte de como uno tiene que seguir pensado, porque creo que el día que uno ya piense que lo lograste todo o que tienes todo, creo que ya no tiene significado por que seguir trabajando", agregó.

La estrella en el famoso bulevar de Los Angeles es un paso más para Los Tigres, que completan Luis y Eduardo Hernández y el primo de los hermanos, Oscar Lara. Últimamente han tocado con orquestas sinfónicas y quieren seguir innovando porque esa es una de sus características principales.

"Somos un grupo que piensa en seguir conquistando nuevas generaciones. El trabajo que hicimos ayer, eso ya quedó, lo tenemos que superar. Creo que (la estrella) de alguna manera te abre la puerta, te abre la ventana para seguir haciendo cosas interesantes", dijo Luis Hernández. "Siempre tratamos de ser vanguardistas, tratamos de ir siempre adelante y pensando siempre en superarnos. Ahora tenemos que pensar que es lo que podemos hacer para que el grupo siga creciendo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario