Carlos Nayen Borbolla, fue sentenciado por un juez federal en la ciudad de Austin, Texas por su involucramiento en la conspiración de lavado de dinero para el cártel de los Zetas mediante la compra y crianza de caballos de carreras.
Nayen es uno de los más recientes de una docena de involucrados en la confabulación a punto de ser sentenciados por el juez federal Sam Sparks, quien se encuentra trabajando en uno de los más grandes casos de lavado de dinero que se haya procesado en Texas.
Los testigos describieron a Nayen como alguien inteligente y encantador que fue clave para ayudar a los Zetas a canalizar sus ganancias a través de negocios fantasmas como “Tremos Enterpice”, una propiedad de José Treviño en Oklahoma, la cual compraba, criaba y entrenaba caballos para cuarto de milla.
En una acusación separada ante el distrito norte de Texas se ligaba a Nayen con otra organización de narcotraficantes además de Los Zetas, en la que estaba llevando a cabo el cargo de envio de armas y dinero a México y drogas a Estados Unidos, utilizando las ganancias para la compra de automóviles, casas, joyas y otros artículos valiosos.
Del caso contra Nayen y los demás sentenciados, se desprende de una acusación emitida por un gran jurado federal en Texas en junio de 2012, contra 14 sospechosos de conspirar para lavar parte de las cuantiosas utilidades que obtienen los Zetas por el tráfico de drogas.
De estos 14 acusados, nueve fueron detenidos en Estados Unidos. El líder de los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, quien también estaba enlistado fue tomado en custodia el pasado 15 de julio en México y otros cuatro más permanecen prófugos.
Entre los sentenciados se incluye a José Treviño Morales, hermano de Miguel, y al empresario mexicano Francisco Colorado Cessa. Ambos fueron sentenciados en septiembre pasado a 20 años de prisión.
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