Jesús María Sánchez Corredor logró introducir a México dos kilos de cocaína que trajo de Colombia por medio de 46 condones que se tragó; pudo esquivar los filtros de seguridad y cuando parecía concretar su plan, murió tras explotarle dentro del estómago dos de los preservativos.
Tras llegar al Distrito Federal, el hombre se hospedó en un hotel en el Centro Histórico, según relata el diario Excélsior, donde fue hallado muerto por una camarera del hotel. En principio la policía intuyó que se trató de un infarto, pero tras los análisis forenses se descubrió la droga.
El informe oficial destaca el hallazgo de 44 paquetes de látex completos en el estómago de Jesús María Sánchez, dos más se reventaron. En suma, el peso aproximado de la cocaína era de dos kilos.
Hasta ahora, ningún familiar ha reclamado el cuerpo, por ello se estableció contacto con la embajada de Colombia para continuar con la búsqueda.
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