jueves, 14 de agosto de 2014

Incrementa la presión para que el gobierno intervenga en Ferguson


El gobernador de Missouri, Jay Nixon, visitará este jueves la localidad de Ferguson, escenario de graves protestas raciales tras la muerte, el sábado, del joven afroamericano Michael Brown.

La visita ocurre en momentos que aumentan las presiones para que el presidente Barack Obama ordene una investigación federal. Brown murió por los disparos hechos por un agente de la policía en un confuso incidente.

El hecho causó graves disturbios en la localidad, ubicada a unos 20 kilómetros al noroeste de St. Louis. Las protestas han ido creciendo con el paso de los días. Los manifestantes exigen a la policía que identifique al agente involucrado en la muerte de Brown pero las autoridades se niegan a divulgar su nombre.

Congresistas afroamericanos alzaron las voces el miércoles para pedirle al Departamento de Justicia que investigue la muerte del joven. El fiscal del Condado St. Louis, Robert McCulloch, dijo que la investigación del incidente llevará un tiempo.

Dos tercios de la población de Ferguson son afroamericanos y tres de los 53 agentes de la policía pertenecen a esta minoría.

Nixon ya visitó Ferguson una vez desde la muerte de Brown y volverá este jueves mientras aumentan los llamados al gobierno federal para que se restablezca la calma en la localidad.

La cadena CNN difundió el miércoles en la anoche una entrevista con dos mujeres que fueron testigos del incidente y que describieron cómo Brown forcejeó con un agente policial que intentaba meterlo en el vehículo de patrulla, reportó la agencia de noticias Efe.

Tiffany Mitchell dijo que estaba en la calle y Piaget Crenshaw y que vio el encuentro entre el policía y el joven afroamericano desde la ventana de su apartamento.

Las testigos relataron que se escuchó un disparo y Brown salió corriendo, tras lo cual el agente policial le disparó una vez.

"Vi que el policía lo perseguía por la calle y le disparó", dijo Crenshaw, mientras que Mitchell señaló: "Michael se retorció como si lo hubieran alcanzado".

Después de eso, según las dos mujeres, Brown se dio vuelta y levantó sus manos en el aire pero el agente policial siguió disparando hasta que el joven cayó muerto.

En los últimos cuatro días las manifestaciones de protesta han sido constantes pero pacíficas. Sin embargo, al caer la noche las confrontaciones con la policía derivaron en saqueos y choques más violentos.

Anoche la policía disparó balas de goma y gases lacrimógenos, además de emplear un aparato que emite un ruido ensordecedor para dispersar a los manifestantes.

La policía sacó a la calle con uniformes de combate y un vehículo blindado sobre el que los agentes colocaron armas automáticas de alto calibre y las apuntaron hacia la multitud.

Cerca de la medianoche se escucharon disparos de armas de fuego en distintos puntos de la ciudad, dijo Efe.

Los vecinos de Ferguson se han quejado de la presencia de policías equipados con perros poco después de la muerte de Brown, lo que para muchos evocó recuerdos de la lucha por los derechos civiles hace medio siglo.

El Presidente Barack Obama y el reverendo pro derechos civiles, Al Sharpton, han pedido una respuesta pacífica al tiroteo, dijo la agencia Reuters.

La Casa Blanca dijo que el mandatario, quien se encuentra de vacaciones en la isla de Martha's Vineyard, fue notificado el miércoles por noche de las manifestaciones en Ferguson.

El informe le fue entregado por Valerie Jarrett, asesora de Obama, y Eric Holder, el fiscal general.

Al menos medio centenar de manifestantes han sido arrestados desde el sábado. Entre ellos dos periodistas, uno del diario The Washington Post y otro del Huffington Post, quienes cubrían las protestas desde el interior de un establecimiento de comida rápida. Ambos fueron luego liberados.

Un concejal de Ferguson, que informaba de las manifestaciones a través de su cuenta de twitter, también fue arrestado por la policía.

El grupo de legisladores afroamericanos del Congreso pidió al Departamento de Justicia que investigue exhaustivamente la muerte de Brown.

La presidenta del grupo, Martha Fudge (Ohio), aseguró que "ha habido pruebas de discriminación racial en el departamento en el pasado reciente".

Para Fudge, sólo las autoridades federales tienen "la experiencia y los recursos" suficientes para abordar este caso.

Las autoridades locales y el FBI han iniciado dos investigaciones separadas.
La policía de Ferguson insiste en no desvelar la identidad del agente que mató a Brown para preservar su seguridad y la de su familia.

Según la versión de los agentes, cuando ocurrió el suceso el sábado, el joven iba desarmado pero atacó al policía e intentó quitarle la pistola, sin éxito.

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