lunes, 30 de junio de 2014

Obama actuará por su cuenta ante fracaso del Congreso respecto a la Reforma Migratoria


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el lunes que tomará acción ejecutiva para reparar el sistema migratorio que, reiteró, se encuentra roto.

En un discurso pronunciado en la Casa Blanca en medio de una crisis humanitaria de niños solos en la frontera suroeste, y un año después que el Senado aprobara un plan de reforma migratoria y el debate se estancara en la Cámara de Representantes, el mandatario acusó a los republicanos de falta de voluntad política al no haber debatido y aprobado un plan comprensivo para sacar a 11 millones de indocumentados de las sombras.

Obama dijo que había votos suficientes en la Cámara de Representantes para aprobar una reforma migratoria comprensiva, y que si lo hace él estaría dispuesto a firmarla “en estos momentos”.

“El proyecto de ley del Senado resolvería el problema si la Cámara lo vota hoy”, dijo Obama y mencionó el enorme respaldo que tiene el proyecto de ley votado por el Senado el 27 de junio del año pasado.

En vista de la inacción legislativa, Obama anunció un “nuevo esfuerzo” para arreglar la mayor cantidad posible de nuestro sistema de inmigración, entre ellos el reto humanitario que el gobierno enfrenta en la frontera con el arresto, este año, de miles de niños indocumentados.

La Administración dijo que moverá los recursos que sean necesarios para asegurar las fronteras y apuntó que la seguridad pública seguirá siendo una prioridad.

Subrayó que los niños “han sido aprehendidos” y no están ingresando ilegalmente al país, y recordó que están en proceso para ser regresados a sus países de origen.

Dijo también que el gobierno seguirá concentrándose en la deportación de aquellos indocumentados que han cometido delitos graves “pero vamos a redirigir a otros recursos para asegurarse de que seguimos haciendo lo que se necesita para mantener nuestra frontera segura”.

Obama también le ordenó a su equipo de seguridad nacional identificar acciones adicionales y que le presenten recomendaciones al término del verano para tomar decisiones. Estas medidas, indicó, irán dirigidas a reparar el sistema migratorio vigente.

El presidente también dejó en claro que independientemente de las medidas ejecutivas que adopte, “nada reemplaza la capacidad del Congreso para aprobar una reforma migratoria con sentido común” y reiteró su apoyo al plan de reforma migratoria que el Senado aprobó el 27 de junio del año pasado y que incluye un camino a la ciudadanía para los indocumentados.

La Casa Blanca culpa de falta de voluntad política a los republicanos de la Cámara de Representantes para emitir un voto por la reforma migratoria este año. Y dijo que la inacción también ha significado menos recursos para fortalecer las fronteras.

El lunes Obama envió una carta al Congreso pidiendo que trabajen con él para proporcionar recursos adicionales y flexibilidad legal para hacer frente a la crisis humanitaria de los niños no acompañados en la frontera.

En lo que va del año fiscal 2014 las autoridades de inmigración han detenido unos 52 mil niños solos cuando intentaban ingresar indocumentados a Estados Unidos.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha dicho que la totalidad de los niños detenidos se encuentran en proceso de deportación.

El 20 de junio el vicepresidente Joe Biden viajó a Guatemala para reunirse con representantes de gobiernos centroamericanos y adoptar medidas para enfrentar la crisis.

El martes el Secretario de Estado, John Jerry hará lo mismo en Panamá con los presidentes de Centroamérica y la semana próxima el Secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) Jeh Johnson, visitará la frontera de Guatemala con México junto con el jefe del Comando Sur, para frenar la migración de indocumentados al norte.

Obama también dijo que trabajar con “nuestros socios internacionales para frenar los flujos migratorios y para abordar las causas fundamentales” y subrayó que los niños “serán aprehendidos”, “debidamente atendidos” y regresados a sus países de origen.

Para la Administración la reforma migratoria con sentido común proporcionaría más recursos para fortalecer la seguridad fronteriza, ayudará a la economía, hará que las empresas y negocios entren en las reglas del juego de la inmigración legal y sacará a 11 millones de indocumentados de las sombras en las que viven.

El debate de la reforma migratoria se estancó luego que el Senado aprobara el plan S. 744 el 27 de junio de 2013. El plan, redactado por un grupo bipartidista, incluye un camino a la ciudadanía para indocumentados que están en Estados Unidos desde antes del 31 de diciembre de 2011 y carecen de antecedentes criminales.

Previo a la aprobación del proyecto, el liderazgo republicano advirtió que no lo debatiría, que lo haría por partes y no garantizó un camino a la ciudadanía para los sin papeles.

Los republicanos también recordaron la vigencia de la Regla Hastert, que sólo permite enviar a la consideración del pleno aquellas iniciativas que tengan el respaldo de la mayoría de la mayoría (118 de los 234 votos republicanos).

Ocho meses después, en febrero, los republicanos entregaron una lista de principios de la reforma migratoria, pero una semana después anunciaron que no había condiciones para aprobar la reforma porque no confiaban en que el mandatario haría cumplir la ley.

Los demócratas respondieron con una petición de descarga (discharge petition) para forzar un voto en el pleno y pasar por encima de la regla Hastert. La acción necesita 218 votos y sólo cuenta con 193, ninguno republicano.

Los demócratas cuentan con 201 asientos en la Cámara de Representantes.

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