miércoles, 11 de junio de 2014

Legislador republicano de Oklahoma ofrece opciones de ejecución


En reacción a la problemática ejecución de un reo por inyección letal, un legislador republicando dijo el pasado martes que desea explorar la posibilidad de dar a los reos la opción de morir por fusilamiento, en la horca o en la silla eléctrica.

El representante estatal Mike Christian dijo que ha pedido oficialmente una audiencia sobre los procedimientos de pena de muerte del estado tras la ejecución el 29 de abril de Clayton Lockett, quien tuvo un problema en la vena donde se le aplicaba la inyección letal, lo que obligó a las autoridades a suspender la ejecución y señalar que las sustancias no se le administraron de la forma adecuada.

Lockett falleció aparentemente de un ataque cardíaco unos 43 minutos después de comenzar la ejecución.

Christian, ex patrullero de carreteras de Oklahoma City, dijo que cree que el pelotón de fusilamiento sería la opción más lógica después de la inyección letal.

"Creo que el pelotón de fusilamiento, el cadalso y la silla eléctrica son opciones constitucionales", dijo Christian, quien anteriormente pidió un juicio político a magistrados de la Corte Suprema estatal que apoyaron una suspensión temporal de la ejecución de Lockett.

Christian ha dicho anteriormente que no le importa si a los reos condenados a muerte en Oklahoma los decapitan o se los echan a los leones.

Christian dijo que planea explorar un cambio en la ley para hacer del fusilamiento la segunda opción y si se debe permitir a los reos que escojan la forma de ejecución. Agregó que cualquier cambio probablemente no se aplicaría a los 50 reos que hay en Oklahoma esperando morir por inyección letal.

Christian planea solicitar el testimonio de expertos en Utah, el último estado donde se usó el pelotón de fusilamiento cuando ejecutó a Ronnie Lee Gardner en el 2010. Cinco hombres con fusiles calibre .30 se colocaron a 7,5 metros (25 pies) de Gardner y le dispararon a un blanco colocado en el pecho. Uno de los fusiles estaba cargado con una bala de salva, de manera que ninguno de los verdugos sepa quién hizo el disparo fatal.

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