miércoles, 12 de marzo de 2014

Messi despierta y el Barcelona avanza a cuartos de la Champions



Cuando más lo necesitaba el Barcelona en un partido con veneno, el astro argentino Lionel Messi aportó su genialidad para marcar un gol en la victoria de su equipo 2-1 el miércoles ante el Manchester City que aseguró su clasificación a los cuartos de final de la Liga de Campeones.

La octava diana de Messi en el torneo europeo y primera del choque dio portazo a las aspiraciones del City de remontar el 2-0 en contra del cotejo de ida jugado en Manchester. El Barsa, cuatro veces campeón continental, superó por séptimo año consecutivo la etapa de los octavos de final.

"Sabíamos que teníamos que hacer un gol para sentenciar la eliminatoria. Tuvimos ocasiones y pasamos. Estamos más allá de la crítica. Volvimos a ser el Barsa que la gente espera", declaró tras el triunfo Messi.

No hubo, pues, sorpresa británica en el estadio Camp Nou, donde los azulgranas sólo han cedido uno de sus últimos 25 choques en la competición, precisamente cuando cayeron en la última semifinal, 3-0 ante el vigente monarca Bayern Munich.

Con el seleccionador de Argentina, Alejandro Sabella, viendo el partido desde el palco, Messi anotó a los 67 minutos en gran definición frente al arquero, abriendo una victoria que en los últimos dos minutos contó también tantos de Vincent Company (89) por el City y Dani Alves (90) por los anfitriones.

El rosarino permitió así celebrar a su actual timonel y compatriota, Gerardo Martino, tras una semana convulsa por la derrota de liga el sábado 1-0 en cancha del modesto Valladolid.

"Messi se crece ante las críticas porque estos jugadores tienen mucho orgullo. Ponerlos en duda a veces despierta su amor propio", espetó un aliviado Martino. "Era un momento difícil. Los altibajos nos han costado puntos y hoy revertimos la mala imagen. El pase nos ayuda a creer en nosotros mismos".

Martino finalmente apostó por un once teóricamente garantizador de la posesión de la pelota en torno a los mediocampistas Sergio Busquets, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Cesc Fábregas, con Messi y el brasileño Neymar arriba.

Relegado a la grada por sanción, su homólogo chileno Manuel Pellegrini dispuso apenas un delantero que a menudo vale por dos, pero el también argentino Sergio Agüero anduvo tan desasistido como poco inspirado, víctima de una sequía goleadora que se remonta al 29 de enero. Y para colmo debió ser sustituido tras lesionarse el muslo derecho.

"Nada de Messi nos sorprende: puede inventar algo mágico en cualquier momento. Nos vamos frustrados pero dimos la cara y seguimos muy vivos en la Premier, aunque sabemos que en este club necesitamos más cosas", analizó el ayudante de Pellegrini, Rubén Cousillas.

Al City, que marcha cuarto en la liga inglesa y el domingo fue eliminado de la Copa de la FA, no le faltó músculo, pero sí imaginación para atacar a un Barsa que jugó largo rato con alma burocrática, sin la malicia necesaria como para sentenciar antes de la media parte.

Messi levantó a los tres minutos la bandera del compromiso con una recuperación defensiva sobre Agüero y una incursión en la cueva enemiga que desbarataron el arquero Joe Hart y, ya sobre la línea de gol, Kompany.

Midiendo sus distancias como dos púgiles sobre el cuadrilátero, ambos contendientes administraron fuerzas, aunque el City soltó un par de guantazos al aire, primero en toque de primeras de James Milner, desviado, luego en comba de David Silva a la grada.

El Barsa, aún sin dominar la escena con su habitual fútbol sedoso, tomó nota y desperezó con una escapada y disparo de Neymar que atajó Hart, sostén de su equipo con otra intervención valiente ante Xavi, antes de que el cuadro de Pellegrini conectara su primer "jab" al mentón azulgrana: una fuerte volea de Samir Nasri a manos de Víctor Valdés, tras excelente dejada de Silva.

Neymar volvió a borrarse por largos tramos, aunque forzó un rechace sobre la línea de Fernandinho tras hacer gatear a Hart. El inicio de la segunda parte encontró a Agüero, nuevamente dolorido, en la banca, relevado por la imponente figura y distinto perfil futbolístico de Edin Dzeko, quien anunció su arribo pronto con un remate centrado, a manos de Valdés.

Messi recogió el guante de las hostilidades y se marcó un contragolpe en que dejó a atrás a Joleon Lescott y encontró el interior del poste de Hart.

Abierto el partido, el City se lanzó por él a pecho descubierto y agarrado a la cabeza de Dzeko, quien forzó un espectacular vuelo de Valdés. Tal fue el carácter indiscriminado del abordaje visitante que el argentino Pablo Zabaleta se encontró de repente el balón en trinchera enemiga y reaccionó como a quien le cae una granada en cuenta atrás, marrando la ocasión más clara para el 1-0.

Del posible incendio azulgrana se pasó al jolgorio, como no, de la mano del bombero Messi y la torpeza de Lescott, quien no atinó a repeler un balón filtrado por Fábregas y apenas vio como "La Pulga" lo levantaba con la zurda de cuchara, esquivando al arquero y encontrando la red.

Tal fue el efecto demoledor de la onda expansiva del rosarino, asistente también posteriores zapatazos de Xavi y Fábregas salvados por Hart, que Zabaleta optó por inmolarse a los 78 minutos, desquiciado en su protestas al árbitro por supuesto penal a Dzeko, facilitador del último cartucho del City, el 1-1 de Kompany en tiro de esquina.

Cerró a placer Alves otra batalla salvada por el Barsa sin más dueño que Messi.

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