Cinco personas fueron detenidas en la ciudad de Ferguson, Missouri, durante la noche del lunes cuando volvieron a registrarse disturbios por la muerte de un joven afro-américano a causa de disparos de un policía.
La policía usó gases lacrimógenos para dispersar a los participantes en las protestas, que bajaron de intensidad. En la primera movilización, el domingo por la noche, al menos 10 policías resultaron heridos y fueron detenidos 32 manifestantes.
De acuerdo a reportes de los medios locales, hubo saqueos durante la noche.
El motivo de estas protestas y disturbios es por la muerte de Michael Brown, de 18 años, por los disparos realizados de un agente de policía que no ha sido identificado, un incidente ocurrido el pasado sábado que es investigado por el FBI.
Varios testigos del incidente han dicho a los medios que Brown y un amigo caminaban por la calle cuando la policía los detuvo y que el joven, descrito como una persona tranquila, levantó sus manos indicando que no tenía armas.
La versión inicial de las autoridades es que hubo un forcejeo en el cual Brown empujó al agente policial e intentó quitarle su arma, por lo cual el policía disparó, pero en repetidas ocasiones y cuando el joven se encontraba a metros de él.
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