sábado, 11 de enero de 2014

Cierre de carriles en Nueva Jersey fue "ilegal"



El cierre de varias carrileras cerca del puente George Washington, que causó enormes embotellamientos de tráfico, y que ahora parece haber sido una maniobra política de un miembro del gobierno del gobernador Chris Christie y aliados clave, fue una infracción de la ley federal, dijo un alto funcionario en un mensaje electrónico en que ordenó la reapertura de las carrileras.

El mensaje del 13 de septiembre fue una de miles de páginas dada a conocer el viernes por una comisión de la Legislatura de Nueva Jersey que investiga el escándalo, que puede afectar la esperada postulación de Christie a la presidencia en 2016. La mayoría de los documentos tratan de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, la entidad a cargo del puente.

Los documentos muestran que el desastre creó tensión entre personas de ambos estados nombradas a cargos en la Autoridad, en que los de Nueva York rechazaron furiosamente el cierre de carrileras después que repetidas preguntas de los medios quedaron sin respuesta.

"Creo que esta decisión apresurada y poco pensada infringe la ley federal", dijo Patrick Foye, director ejecutivo de la Autoridad, en el correo electrónico. Nombrado por el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, Foye calificó de "abusiva" la decisión de cerrar las carrileras y ordenó que las reabrieran al tráfico.

Bill Baroni, subdirector de la Autoridad y nombrado por Christie, quien ya renunció al cargo, envió una copia del mensaje a las secretaria de Christie.

Más tarde esa mañana, Baroni le escribió a Foye en un mensaje electrónico: "Estoy en camino a la oficina para discutir (este asunto). Esto no puede discutirse en público".

Foye le respondió: "Bill, ese es exactamente el problema: este asunto no se ha discutido en público".

Baroni autorizó después emitir un comunicado a los reporteros en que explicó que el cierre de carrileras se debió a un estudio de tráfico.

Los legisladores estudian alegaciones de que personas leales a Christie idearon los embotellamientos para castigar al alcalde de Fort Lee, que es demócratas, por no apoyar a Christie en la reelección. Christie ha negado haber tenido participación alguna en el cierre de carrileras y dos juegos de documentos dados a conocer el miércoles y el viernes no lo implican.

Christie tomó medidas el jueves para controlar los daños del escándalo con el despido de su jefa de despacho, la eliminación de relaciones con uno de sus principales asesores políticos y una disculpa por lo sucedido. Además de Baroni, David Wildstein, otro nombrado por Christie, renunció el mes pasado a la Autoridad cuando el escándalo se desató.

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