viernes, 18 de julio de 2014

John Boehner muestra "poco optimismo" para la aprobación del plan sobre la crisis migratoria


El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, se mostró el jueves escéptico respecto a la posibilidad de que el Congreso apruebe un plan de emergencia para la crisis migratoria que vive el país antes del receso de agosto, ante la falta de consenso con los demócratas.

Durante su rueda de prensa semanal, el líder republicano puso en duda que los legisladores de los dos partidos puedan ponerse de acuerdo para aprobar una partida de fondos destinada a aplacar la crisis de la frontera, pese a la urgencia reiterada por la Casa Blanca de atender a los niños que llegan desde Centroamérica.

"No tengo tanto optimismo como me gustaría tener. Pero, de nuevo, estamos trabajando con nuestro grupo sobre la frontera. Estamos trabajando con el presidente del Comité de Apropiaciones, tratando de encontrar la manera de hacer frente a lo que es una crisis humanitaria en nuestra frontera, y tiene que ser tratada", aseguró el republicano.

Boehner advirtió, sin embargo, que no ve la manera de hallar un punto de encuentro para proveer los fondos solicitados por la Casa Blanca, si finalmente no se modifica la ley de 2008 de forma que se aceleren los procesos de deportación de los pequeños.

"No quiero encerrarme, pero no sé cómo se puede abordar el problema ahí abajo sin mirar a la ley de 2008. No sé cómo el Congreso puede enviar más dinero a la frontera para empezar a solucionar el problema, si no se hace algo respecto de la ley de 2008 de la que se está abusando", subrayó el legislador por Ohio.

Los republicanos, y algunos demócratas, quieren aplicar a los niños de Guatemala, El Salvador y Honduras los mismos procedimientos migratorios que a los menores que proceden de países fronterizos con Estados Unidos, como México y Canadá, los cuales pueden ser deportados en apenas unas horas.

La ley a la que hace referencia Boehner, promulgada por el presidente George W. Bush, está destinada a facilitar el debido proceso a los menores para determinar si merecen el asilo porque teman por su vida en sus países de origen.

Sin embargo, el jueves mismo, el senador demócrata Robert Menéndez se negó categóricamente a cualquier relajación de esa ley.

El presupuesto de emergencia solicitado por el presidente Barack Obama al Congreso asciende a $3,700 millones, una cantidad que los republicanos quieren reducir a la mitad.

Mientras tanto, ya son más de 57,000 los niños no acompañados que han cruzado la frontera sur procedentes de esos tres países de Centroamérica, y el número podría rozar los 100,000 a finales de año según las autoridades federales.

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